lunes, 14 de enero de 2008

Echar de menos

Entre hojas y ceniza miro por la ventana…. ¿Qué significa lejos?... Puedo oírte, verte… Pero lejos es no poder tocarte… ¿Qué estarás haciendo ahora?... ¿Estarás mirando por la ventana, como yo? Aquí hace sol, luego llueve… ¿Allí hará frío?
Vuelvo a las letras y al humo… Todo sigue aquí, todo sigue como siempre… Tengo ganas de hablar contigo para que acabe la monotonía, para que empiece a pasar el tiempo… Pero no, todavía no… Aún es pronto… ¿Cuándo volverás? ¿Habrás tardado en levantarte? ¿Habrás perdido… Me sorprendo con la mirada de nuevo al otro lado del cristal… pero ahora hay una sonrisa en mi cara…
Intento volver a concentrarme en lo que hay aquí, en las palabras… Canciones… “Todo lo que tengo que hacer es soñar”… Y entre sueño y sueño no consigo volver a la realidad…
Lejos… Si, estás lejos… ¿Se puede echar de menos algo que nunca has tenido, algo que no tienes?
Antes de volver a mi casa, a mi habitación, a mi vida sin ti, simplemente quería decirte cuanto me gustaría que estuvieses aquí y, si es posible echar en falta algo que nunca has tenido, cuanto te echo de menos…

Un beso

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bueno, yo ya te dí mi opinión sobre esto el viernes. Echar de menos a alguien al que no conoces es algo raro, pero muy bonito. Hay personas que, por su bondad natural, ya encandilan desde el primer momento a todo el que se cruza con ellos. El hecho de poder tener gente así ya dice mucho de tu entorno, y de tí misma. Y no es para sentirse raro, ni mucho menos: a mí, en su momento y en otras circunstancias, también me pasó.

Un beso muy grande. Ya te queda poquito...