domingo, 22 de mayo de 2011

Respeto.

Hoy he ido a votar. Presidiendo la mesa que me había asignado la administración había no uno sino tres símbolos religiosos: una cruz, una imagen del Papa y una imagen de la Virgen. De una forma muy calmada, he ido a hablar con un representante de la administración y le he comunicado mi descontento a lo que él, también muy amablemente, me ha contestado que podía poner una reclamación, como ya había hecho más gente a lo largo del día. Me indicó cómo hacerlo y que, una vez rellenado el formulario, la presidenta de mi mesa debía firmarlo. Mi reclamación denunciaba lo siguiente: "Símbolos religiosos presiden la mesa electoral."
Cual no ha sido mi sorpresa cuando dicha presidenta ha empezado a increparme. "Eso es mentira. No hay ningún símbolo religioso presidiendo la mesa porque la única que preside la mesa soy yo. Yo esa reclamación no la firmo." El alboroto de sus gritos ha ido llamando la atención de más y más gente, responsables de las mesas y votantes. El argumento principal era que "antes de ir a votar, yo ya sabía que ese era un colegio religioso" y a mi respuesta "ya, pero es que yo no puedo elegir dónde votar" la contestación ha sido "pues si no te gusta, no vengas a votar".
Me he ido de allí, después de haber puesto la reclamación con ayuda de una representante de IU, mientras varias personas me gritaban "irrespetuosa" y "sinvergüenza".