jueves, 18 de junio de 2009

Larga noche

La noche me oculta. Ahora, cuando nadie me ve, puedo curar mis heridas. Miro a mi alrededor. La pared que tanto esfuerzo me había costado, que con tanto esmero había levantado para protegerme, no es más que añicos, pequeños trozos esparcidos por todas partes.
Asustada e indefensa los voy recogiendo. No puede quedar ninguno o nunca seré capaz de reconstruir me refugio. El pegamento… ¿dónde está? No sé dónde lo he puesto. Mientras lo busco desconsolada, he dejado caer, sin querer, todas las piezas del puzle que llevaba recolectadas. Qué desastre. Volver a empezar. Una lágrima se asoma a mis ojos. Son demasiadas, yo sola no puedo.
Perdida, me tumbo sobre ellas buscando un amparo que ya no existe. ¿Cómo he podido dejar que se rompiera?, ahora que ya no tiene remedio. Como un animal lamo mis heridas. No sabía que las cicatrices que parecen curadas pudieran abrirse de nuevo.
Tumbada en el suelo, rodeada de pedazos de nada, envuelta en un silencio tan atronador que apenas me deja pensar, comprendo que el daño es irreparable. El simple sonido de una respiración o el calor de una piel podría salvarme. Nada.
Sólo la noche se acerca a mí. Para que no se me olvide que estoy sola, me cubre con una áspera manta de oscuridad. Antes de desaparecer, también ella, dice: Así, al menos, no pasarás calor.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Curar mis heridas. Añicos. Asustada e indefensa. Nunca seré capaz. Desconsolada. Desastre. Volver a empezar. Una lágrima. Yo sola no puedo. Perdida. Buscando un amparo que ya no existe. ¿Cómo he podido? Ya no tiene remedio. Lamo mis heridas. Las cicatrices que parecen curadas. Envuelta en un silencio tan atronador. El daño es irreparable. El simple sonido de una respiración o el calor de una piel podría salvarme...

Mi aliento es tuyo! Pero el eco de tu silencio también retumba en mis oidos.

Sigue, sigue escribiendo.

Jesús V.S. dijo...

Al menos ella te acompaña, hay veces que ni eso...

Pide ayuda si no puedes sola, alguien estará dispuesto siempre a echar una mano, ya sabes.

Un beso.