jueves, 12 de junio de 2008

Escribir

Me siento ante el papel desnudo. Quiero gritar, quiero llorar pero no puedo. Las ganas se revuelven dentro de mí buscando una mínima oportunidad para escapar de la carcel que no las deja salir. ¿Dónde ha quedado la magia de sentarse y escribir, sin más? Busco y busco el hechizo sin lograr más que garabatos, palabras sueltas. Y sangro. Sangro cada letra y cada silencio. Necesito encontrarme, encontrarte otra vez. Necesito salir, volar de nuevo. Necesito escribir.
Negros nubarrones cubren el cielo. Quieren llover, pero no pueden. No podremos descansar hasta volver a llover, hasta volver a sentir y decir lo que llevamos dentro.
Pero yo sigo en el metro. Miro nerviosa a un lado y a otro, mas no encuentro a nadie, está vacío. ¿Será que lo que he perdido es mi pluma?
Y no me queda más que intentar aplacar la ansiedad que me produce no poder escribirme, no encontrar el cómo ni el por qué. Supongo que es lo que tienen los amores imposibles.


"La inspiración acude cuando se pegan los codos a la mesa, el culo a la silla y se empieza a sudar. Elige un tema, una idea, y exprímete el cerebro hasta que te duela. Eso se llama inspiración." Carlos Ruiz Zafón

11 comentarios:

Leteo dijo...

Cuando nos quedamos sin pluma siempre podemos encontrar un bolígrafo... y si no, escribimos con sangre. Es el pago por escribir.

No me gusta nada esa cita de Zafón... y desde luego no la comparto. Se ve que quería darse importancia ante los que le acusan de vago o de vivir de lo que le gusta. Qué pena.

Anita dijo...

Bueno, no tiene por qué ser su opinión. Lo dice un personaje de su nueva novela "El juego del ángel".

Un beso!

Leteo dijo...

En cualquier lugar el que diga eso solo quiere darse importancia. Mis mejores frases ME SE ocurren en la ducha o en la cama... y allí no tengo dónde clavar los codos.

Anita dijo...

A mi, irónicamente, siempre que no tengo papel para retenerlas.

Sólo era una frase que leí en el libro y que me pareció que pegaba con este texto, de una forma u otra.

La cuestión es quejarse, principito.

Un beso!

Loren dijo...

Cuando leí el texto pensé lo mismo, que sobraba la cita de Zafón. No me interesa nada (no pude leer más de 30 páginas de La sombra del viento). Por lo demás el texto está muy bien. Muy en tu estilo.

Besos.

Anita dijo...

Oyeeeeeee, no te metas con "La sombra del viento" porque es uno de los pocos libros que ha conseguido hacerme llorar.

Vale, sobra la cita. Pido disculpas, señores.

Un beso, Loren!

Leteo dijo...

¡Anda, Ana! ¡Si tu eres una llorica! ¡Hacerte llorar no tiene mérito! :P:P

Anita dijo...

Eso dicen... a los que les resulta fácil...

yo dijo...

Mi papel sigue en blanco... Mi pluma sin tintero y mi lápiz no tiene punta, ni mina. Se ha atrofiado, se ha evaporado...como la sangre de mis venas.
Mi mesa se rompe y la silla se mueve.
Las palabras bailan conmigo, pero no quieren abrir el telon.

¿Por qué?

Quiero hablar. Me apetece que algo vuelva a salir de mi. Quiero que mi silencio en el papel tenga algo de coherencia...sentido...algo de voz...

Jesús V.S. dijo...

El texto me parece genial. Y muy típico eso de que te vengan ideas siempre que no tienes la posibilidad de sentarte a escribir; yo por eso siempre llevo una libreta.

Respecto a la cita, ya que incluyes a Zafón, prefiero esta: "Hay peores cárceles que las palabras" de La Sombra del Viento. Viene bien para alguna de tus frases de este texto.

Muy bueno, y muy bien que vuelvas a actualizar, que solía pasarme y nunca veía nada nuevo. :)

Un beso.

Ari Schreiber dijo...

LLendo de blog en blog me tropecé contigo y bueno, dejo este comentario por dos razones.
La primera y la más importante: Me he sentido muy identificada con lo que redactaste.Hay días agonizantes, terribles, en los que deseas gritar y desparramar tus sentimientos en el papel y un "algo" no te lo permite.Es terrible y frustrante, no quiero ni acordarme.
La segunda razón por la que escribo es el desacuerdo que mantengo con la cita de Zafón.
Yo creo que la inspiración emerge de lo profundo de cada uno.De las noches...de los días...de las estrellas...de las lágrimas..de la lluvia, del verano..de las miradas de las ciudades...(podría estar así 4.000 años) en fin , de lo que tu observas y aprendes de la vida y no de poner los codos en la mesa , obligando a tu cerebro a parir ideas.Que va. Todo lo contrario.
Sin más, un saludito y sigue así.
Uxía.