domingo, 18 de enero de 2009

20


Es inherente al ser humano (o eso nos hacen creer) el hecho de hacer un resumen global de nuestra vida en fechas señaladas (o que nosotros mismos señalamos). En dichos repasos, solemos poner el acento en las cosas que no tenemos o que no hemos hecho en vez de en las que sí han sido parte de nuestro camino. Yo, sin querer ser menos ser humano, hago acopio de toda mi valentía he intento hacer un pequeño juicio sobre mis 20 vueltas al sol.
Realmente no tengo nada interesante que contar, nada especialmente gracioso ni memorable. Tengo las manos vacías. Soy una hija normal, una amiga normal, una estudiante normal. No hay nada de mí que sea diferente o extraordinario. Y pienso que eso, tal vez, no esté tan mal.
Sólo hay dos aspectos en mi vida de los que me veo dependiente. La primera son mis ojos o, mejor dicho, mis ojos como instrumento. Todo lo que me rodea merece siempre la caricia de mis pupilas. Podría sentarme toda la vida en un banco y simplemente observar, mirar todo lo que pasa a mi alrededor ya que, por mucho que intente desentrañar cualquier persona u objeto siempre encuentro algo nuevo, siempre se me escapa algo que se le escapa a mi mirada. No puedo evitarlo, no puedo intentar no hacerlo.
El otro acto inevitable es el de pensar. Pienso cosas reales y cosas que me invento, problemas y alegrías, cosas muy y menos importantes, cosas que no pueden ser, cosas que serán, sueños y realidades. A veces me debato entre grandes cuestiones filosóficas, la mayoría del tiempo sobre tonterías. Pero no podría imaginarme una vida sin eso, sin mi cabeza pensante. Muchas veces me dicen “no le des tantas vueltas a una tontería” o “¿pero por qué te haces preguntas tan estúpidas?” o “¿a qué viene eso ahora?”. “Deja de pensar tanto!” y la respuesta siempre es la misma: no puedo. Muchas veces incluso me cuesta dormir porque no quiero parar de pensar.
Al final de un día de duro autoanálisis para descubrir qué o quién soy llego a esta conclusión: unos ojos que observan y una cabeza pensante. Sí, eso es todo después de 20 vueltas al sol.
Y concluyo que algún día tendré que hacerme mayor porque a este paso no llegaré a ser ni siquiera principita.

12 comentarios:

Leteo dijo...

Precisamente para ser principita, el requisito indispensable es no hacerse mayor jamás. Acuérdate de Wendy.
FELICIDADES!
PD: Es verdad!! Vueltas al Sol!!

Jesús V.S. dijo...

Pero... ¿le has puesto trampas al sol en esas 20 vueltas o no? ;)

Un beso y felicidades con un tanto de retraso, no me había fijado en el tuenti que era tu cumple. :D

Un besazo.

Anónimo dijo...

normal...? nada diferente...?lo siento...me veo obligada a contradecirte...si. y lo hago extrañandome que nadie aún te lo haya dicho. extrañandome de que tú misma no lo sepas. puede que no destaques ante todo el mundo, puede que entres en una habitación y la gente no se de cuenta hasta un rato más tarde de que llegaste. pero eso no implica no ser extraordiario. no. lo eres, y eso esta bien. porque para mi, alguien que conoce a miles de personas en todo el mundo, para alguien que conoce europa como la palma de su mano...para mi, no eres normal. porque si lo fueras, no miraría cada día tu blog esperando que de nuevo leyeras mi cabeza escribiendo lo que yo esa mañana pensaba en un papel al pasear por el parque. no leería mis textos pensando que me recuerdan a los tuyos. no, no eres alguien normal. no eres una persona del monton.
una persona que aun en estas fechas sabe lo que significa observar, callar, y tan sólo mirar. que entiende la palabra pensar, sin mirar una fórmula matemática y recordar una fecha historica. que entiende lo que es pensar en la vida, en nada, que a la vez se convierte en todo. una persona que aun entiende el valor de las palabras. no, no es una persona normal. es una persona que debería de sonreir todas las mañanas hasta que los mas desgraciados, aquellos que perdieron sus ganas de vivir porque olvidaron que es vivir, abrieran los ojos.
creo, que eres una persona feliz, y me alegro poder decir eso, porque creo que es de heroes que hoy en día, cuando atrofiamos muchos sentimientos, el mundo vea y sienta que eres feliz.
no tenia regalo aquella noche, pero sabes que me gustaría haber podido darte algo de alguna manera. ahora mismo, lo unico que te puedo dar es mi deseo de que no dejes de tener ganas de sonreir y mi afirmacion de que no eres normal. :D

yo

Anónimo dijo...

Tal vez todo lo extraordinario que hay en tí sea que no hay nada extraordinario. Nada mejor que las manos vacías para transitar la vida: las manos vacías, los pies descalzos, ligero el equipaje -decía el poeta-.

Sigue mirándolo todo con tus ojos que acarician el mundo, ojos sorprendidos o ya conocedores: pero permanece joven, que tus deseos se hagan realidad, que puedas hacer por los otros y que dejes a los demás hacer por tí. Y no dejes de pensar, te marchitarías dentro.

Anita dijo...

Leteo: sientete libre como yo desde el segundo 45.
http://www.youtube.com/watch?v=mjh416x-dkY

Y tú, ¿tienes tu pensamiento alegre? Vuela conmigo. Yo no soy Wendy, siempre he sido Peter Pan.

Txetxu: claro! Como La Fuga, para que no salga hoy!! No te preocupes y gracias!

Tú: gracias por tus palabras. Has de saber que hoy todo Madrid se ha reído de mí... Iba por la mañana bailando en el coche. Pobre Ana... Pero esque esta canción es imposible no bailarla:
http://www.youtube.com/watch?v=VRsTH3pqLjo
Sabes que lo mejor que me podías haber dado fue estar allí, conmigo.

Anónimo: Mis ojos siempre conocedores y sorprendidos porque siempre hay algo nuevo por descubrir y aprender.
Ligero el equipaje.. ¿No será mejor no llevar equipaje? Descalzo siempre se va mejor, a mí siempre me hace sentir más tranquila y segura cuando noto por donde piso.


Un beso!

Anónimo dijo...

¿Sin equipaje? "... Casi desnudos, como los hijos de la mar" continuaba al verso escrito del poeta.

De otro poeta, y con todo mi cariño (imagina la arena húmeda y compacta del bajo tus pies desnudos al leer): "No dejes que termine el día sin haber crecido un poco, sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños. No te dejes vencer por el desaliento. No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte, que es casi un deber. No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario. No dejes de creer que las palabras y las poesías sí pueden cambiar el mundo. Pase lo que pase nuestra esencia está intacta. Somos seres llenos de pasión. La vida es desierto y oasis. Nos derriba, nos lastima, nos enseña, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia. Aunque el viento sople en contra, la poderosa obra continúa: tú puedes aportar una estrofa. No dejes nunca de soñar, porque en sueños es libre el hombre..."

Un beso feliz! (lo estoy)

Anónimo dijo...

Whitman, este otro poeta es Walt Whitman (conoces 'Hojas de hierba', ¿verdad?). Si no, te regalaría 'Hojas de hierba'.

Anónimo dijo...

"Whitman, este otro poeta es Walt Whitman (conoces 'Hojas de hierba', ¿verdad?). Si no, te regalaría 'Hojas de hierba'"

Ja, ja, ja

Que ingenuo...

Anónimo dijo...

Último anónimo: es poco propio de quien lee y, cuando menos, poco elegante...

(¿el mismo autor del 19 de diciembre?)

Anita dijo...

Anónimo: parece que el poema está hecho para mí, o que yo lo hago mío. Me ha gustado mucho.
No, no lo conozco pero, aunque ahora mismo no tengo mucho tiempo para dedicarle a la lectura, el sieguiente en mi lista es "La carretera" que ya me está esperando.

Un beso feliz! (intento estarlo)

Anónimo 2: Me hace gracia justo las dos entradas que has comentado... Sabes, la vida está llena de cosas maravillosas para hacer. Te aseguro que la mayoría son mucho más divertidas y enriquecedoras. Ve al cine o lee un libro.

Anónimo dijo...

Gracias! Mi deuda contigo: 'las hojas de hierba', sin prisa, las observaremos ver crecer lentamente.

Hacerse mayor... más que crecer es no dejar de pensar, de soñar, de escribir, de mirar y, sobre todo, ver. Dejar que la vida se acomode a los hombros sin molestar. Luchar para que sea así.

Leteo dijo...

Peter PAN soy yo, obviamente.