martes, 1 de diciembre de 2009

¿Imaginas?

¿Imaginas ponerte todos los días unos zapatos que te hacen daño?
¿Imaginas pincharte con las espinas de una rosa y, en vez de poner más cuidado, intentar la siguiente vez cogerla con más fuerza?
¿Imaginas cuidar con esmero una herida para no dejar que se cure nunca?
¿Imaginas cortarte con un cristal y contemplar cómo brota la sangre?
¿Imaginas salir a la calle en pleno invierno, desnuda, y disfrutar la nieve bajo tus pies descalzos?
¿Imaginas tocar el fuego mientras te deleitas viendo cómo todo arde?
¿Imaginas cortar una cebolla y no querer dejar de llorar nunca?
Entonces…
¿Por qué tropezar una y otra vez con la misma piedra?
¿Por qué levantarse y volver a estrellarse con la misma pared?
¿Por qué no soltar lo que hace daño?
¿Por qué aferrarse a cosas imposibles?
No hay razón alguna para sobrevivir a base de amores pasados que no fueron cuando pudieron y que nunca más serán.